Por Carlos Mendoza, Escritor de Viajes y Fotógrafo
¡Bienvenidos a uno de los escenarios naturales más fotogénicos de los Alpes italianos! El Lago di Braies (Pragser Wildsee en alemán) emerge entre imponentes paredes dolomíticas como una visión casi onírica: sus aguas de un turquesa imposible reflejan perfectamente los picos circundantes, creando un espejo natural que cambia con cada hora del día. Tras tres visitas en diferentes estaciones —incluida una mágica sesión invernal cuando el lago se transforma en una superficie helada de mármol blanco—, he perfeccionado esta guía para que captures la esencia de este tesoro alpino, tanto en tu memoria como en tu tarjeta de memoria.
No permitáis que su reciente popularidad en Instagram os disuada: con estrategia adecuada y buscando las horas mágicas, seguiréis pudiendo experimentar la serenidad que ha hecho de este lago una joya codiciada por fotógrafos y amantes de la naturaleza durante generaciones. Preparad vuestro equipo, madrugad sin temor, y acompañadme a descubrir los secretos de esta joya turquesa engastada en las Dolomitas.
"Braies tiene la capacidad casi mística de cambiar de personalidad con cada hora que pasa. El amanecer lo convierte en un lienzo de tonos pasteles mientras la niebla se levanta lentamente; el mediodía lo transforma en un espejo turquesa deslumbrante; y cuando el sol comienza a ocultarse tras las montañas, sus aguas adoptan tonalidades esmeralda profundas que parecen contener todos los secretos de las Dolomitas." — Reflexión anotada en mi diario fotográfico, junio 2022
El Lago di Braies se sitúa en el corazón del Parque Natural Fanes-Sennes-Braies, en el extremo norte de la región del Véneto. A 1.496 metros sobre el nivel del mar, este lago de origen glaciar está perfectamente encajado en un anfiteatro natural formado por algunas de las formaciones más espectaculares de las Dolomitas, destacando la imponente pared del Croda del Becco (Seekofel), que se eleva vertiginosamente hasta los 2.810 metros.
Acceso y logística: El lago se encuentra a 97 km de Bolzano y aproximadamente a 30 minutos en coche desde Dobbiaco/Toblach. Durante la temporada alta (junio-septiembre), el acceso por carretera está restringido entre las 10:00 y las 15:00 horas debido a saturación, por lo que deberéis utilizar el servicio de autobús desde Dobbiaco o Monguelfo. Esta restricción se convierte en vuestra ventaja si fotografiáis al amanecer o al atardecer, cuando el acceso en vehículo privado está permitido y el lago recupera su serenidad.
Consejo desde el terreno: Si llegas después de las 7:00 AM en temporada alta, probablemente ya encontrarás el estacionamiento lleno. Mi estrategia infalible: llegar antes del amanecer (alrededor de las 4:30 AM en verano), disfrutar de la luz mágica del alba, y desayunar después en el histórico Hotel Lago di Braies mientras las hordas comienzan a llegar. Para el atardecer, regresa después de las 17:00 cuando la mayoría de turistas ya se han marchado.
El embarcadero de madera con sus características barcas de remo alineadas es probablemente la imagen más reproducida del lago, hasta el punto de convertirse en un cliché de Instagram. Sin embargo, sigue siendo una composición extraordinaria que merece ser capturada, pero con aproximación consciente.
Hack fotográfico: Para obtener una versión única de esta vista clásica, prueba estas variaciones:
Equipo recomendado: Un trípode estable es absolutamente esencial para cualquier fotografía al amanecer o atardecer. Recomiendo también un filtro polarizador para gestionar los reflejos según tu visión creativa: girándolo puedes eliminar reflejos para capturar el lecho del lago en aguas poco profundas, o potenciarlos para maximizar el efecto espejo.
El sendero que rodea completamente el lago (aproximadamente 3.5 km, 1.5 horas a paso pausado) ofrece perspectivas radicalmente diferentes que la mayoría de visitantes nunca llegan a descubrir, al quedarse únicamente en la zona del embarcadero.
Rincones secretos que he descubierto:
Truco de composición: Utiliza los árboles de la orilla como elementos de encuadre natural. Los alerces (que se tiñen de dorado en otoño) y los pinos cembros crean marcos naturales perfectos para "contener" el lago y las montañas circundantes.
Uno de los aspectos más extraordinarios de Braies es su transformación radical con las estaciones, ofreciendo experiencias y posibilidades fotográficas completamente diferentes:
Primavera (mayo-junio): El deshielo crea el nivel de agua más alto, intensificando el color turquesa. Los últimos parches de nieve en las montañas circundantes contrastan dramáticamente con los primeros verdes y flores alpinas que emergen en las orillas.
Verano (julio-agosto): El color alcanza su máxima intensidad turquesa. Las laderas completamente verdes y el cielo frecuentemente despejado crean condiciones de contraste extremo que requieren filtros graduados o técnicas de bracketing para capturar adecuadamente.
Otoño (final de septiembre-octubre): Mi temporada favorita. Los alerces se tiñen de dorado intenso, creando un anillo de fuego alrededor del lago. El contraste entre el azul profundo del agua, el oro de los árboles y el gris de la roca dolomítica crea una paleta de colores extraordinaria.
Invierno (diciembre-marzo): La transformación más radical. El lago se congela completamente, creando una superficie blanca atravesada por fascinantes patrones de hielo. Las montañas circundantes, completamente nevadas, crean un paisaje monocromático de belleza sobrecogedora. Si las condiciones lo permiten, es posible caminar sobre la superficie helada para perspectivas imposibles en otras estaciones.
Consideración técnica invernal: En condiciones de nieve, la medición de luz puede resultar extremadamente engañosa. Sobreexpón conscientemente 1-1.5 stops respecto a la lectura del exposímetro para evitar que la nieve aparezca gris en tus imágenes, y considera utilizar balance de blancos manual para preservar correctamente los tonos fríos del entorno.
Alquilar una de las características barcas de madera (disponibles de junio a septiembre) ofrece mucho más que un cliché turístico. Desde el agua, las perspectivas fotográficas cambian radicalmente, y la sensación de flotar en ese turquesa imposible rodeado por paredes dolomíticas crea una experiencia sensorial completa.
Información práctica: El alquiler cuesta aproximadamente 25€ por 30 minutos o 40€ por una hora. Mi recomendación: reservar la primera hora del día (generalmente 9:00-10:00) cuando la superficie del agua suele estar más calmada y la luz todavía es favorable.
Hack fotográfico: Desde la barca, un teleobjetivo medio (70-200mm) te permite comprimir perspectivas, haciendo que las montañas parezcan aún más imponentes detrás de elementos como el Hotel Lago di Braies o las orillas boscosas.
A aproximadamente 30 minutos de caminata fácil desde el embarcadero principal, siguiendo el sendero en dirección sur, se encuentra esta pequeña capilla histórica que ofrece un elemento arquitectónico interesante para tus composiciones.
Lo más interesante es que este sendero representa el primer tramo de la legendaria Alta Via 1, una de las rutas de trekking más espectaculares de las Dolomitas que recorre 150 km hasta Belluno. Para los aventureros que busquen una experiencia más inmersiva, comenzar aquí este icónico trekking tiene un componente simbólico poderoso.
Oportunidad fotográfica única: Durante los meses de junio y julio, los prados alpinos cercanos a la capilla se llenan de flores silvestres, creando primeros planos extraordinarios para composiciones con el lago y las montañas de fondo. Un objetivo macro (90-105mm) te permitirá capturar el detalle de estas delicadas flores con el imponente Croda del Becco desenfocado en segundo plano.
El histórico Hotel Lago di Braies, construido en 1899, es mucho más que un alojamiento; representa un viaje en el tiempo a la época dorada del alpinismo en las Dolomitas. Su arquitectura clásica tirolesa y su ubicación privilegiada lo convierten en parte integral del paisaje.
Aunque alojarse aquí durante temporada alta requiere reserva con muchos meses de antelación (y un presupuesto considerable), su cafetería es accesible para todos y ofrece la mejor vista cubierta del lago mientras disfrutas de un strudel tradicional altoatesino y un chocolate caliente.
Momento histórico: Durante la Segunda Guerra Mundial, este hotel tuvo un papel crucial como lugar donde fueron liberados 139 prisioneros VIP que los nazis tenían como moneda de cambio, incluyendo familiares de Churchill y Mussolini. Este episodio, conocido como la "Operación Sunrise", marca simbólicamente el comienzo del fin de la guerra en Italia.
El Lago di Braies se ha convertido en víctima de su propia belleza, atrayendo hasta 10,000 visitantes diarios en los picos de temporada alta. Esto hace que el timing sea absolutamente crucial:
Horarios óptimos:
Estrategia para pernoctar: Si tu presupuesto lo permite, pasar una noche en el Hotel Lago di Braies te garantiza acceso privilegiado cuando todos los demás visitantes deben partir. Para opciones más económicas, los pueblos de San Vito di Braies o Monguelfo/Welsberg ofrecen alojamientos tradicionales tiroleses a precios razonables a menos de 15 minutos en coche.
Las condiciones alpinas son inherentemente impredecibles, y a 1.500 metros de altitud, el clima puede cambiar rápidamente incluso en verano.
Previsión meteorológica local: La aplicación Meteotrentino ofrece predicciones mucho más precisas que los servicios meteorológicos generales, ya que está específicamente calibrada para condiciones alpinas.
Equipamiento esencial más allá del fotográfico:
Consejo para días nublados: No descartes visitar el lago con cielo cubierto. Estas condiciones crean una iluminación uniforme que realza el color turquesa del agua y elimina los reflejos excesivos. Además, las nubes bajas que frecuentemente abrazan las cimas dolomíticas añaden un elemento dramático a tus composiciones.
Como fotógrafo y defensor de espacios naturales, no puedo dejar de mencionar la importancia crítica de nuestra conducta en este frágil ecosistema alpino:
En mi última visita observé con tristeza cómo algunos influencers se adentraban en zonas frágiles solo para obtener "la foto perfecta". Nuestra responsabilidad como fotógrafos y viajeros conscientes es demostrar que es posible capturar la belleza de estos espacios sin comprometer su integridad.
Tras múltiples visitas fotografiando cada rincón del Lago di Braies en diferentes condiciones y estaciones, he llegado a una conclusión que trasciende las técnicas fotográficas: la verdadera magia de este lugar no reside solo en su innegable fotogenia, sino en la experiencia sensorial completa que ofrece.
El sonido del agua lamiendo suavemente las orillas rocosas, el aroma a pino y tierra húmeda en las mañanas de niebla, la sensación táctil de ese aire alpino cristalino llenando tus pulmones... son elementos que ninguna fotografía, por técnicamente perfecta que sea, puede capturar completamente.
Por eso mi invitación final va más allá de seguir estos consejos fotográficos: permite que Braies te sorprenda. Dedica tiempo a simplemente estar, sin la presión constante de capturar. Siéntate en una roca junto al agua durante media hora, observando cómo cambia la luz. Estos momentos de conexión mindful con el entorno no solo enriquecerán tu experiencia personal, sino que inevitablemente se traducirán en imágenes más auténticas y significativas.
Como siempre digo a mis alumnos en talleres fotográficos: "La mejor fotografía no es la técnicamente perfecta, sino aquella que evoca genuinamente la emoción que sentiste al presenciar el momento". Y pocos lugares en las Dolomitas evocan emociones tan intensas como esta joya turquesa engastada entre montañas que parecen tocar el cielo.