Ravello, ubicada en la famosa Costa Amalfitana de Italia, es una joya escondida para los Turisteros que ofrece vistas espectaculares, jardines exuberantes y una rica historia. Este pintoresco pueblo en lo alto de un acantilado es el lugar perfecto para escapar del bullicio de las zonas turísticas más concurridas y sumergirse en la belleza y el encanto de la auténtica Italia. En este artículo, te llevamos a través de los principales puntos de interés y actividades que no puedes perderte al visitar Ravello.
Fundada en el siglo V, Ravello fue un importante centro comercial y marítimo durante la República Amalfitana en la Edad Media. La ciudad prosperó gracias al comercio de productos como la lana y el papel, y muchas de sus impresionantes villas y palacios datan de este período.
En el siglo XIX, Ravello se convirtió en un popular destino turístico para viajeros y artistas, incluidos escritores como Virginia Woolf y músicos como Richard Wagner, quienes encontraron inspiración en sus paisajes y atmósfera encantadora. Hoy en día, Ravello sigue atrayendo a visitantes de todo el mundo que buscan experimentar su belleza y su rica herencia cultural.
Situada en el corazón de Ravello, Villa Rufolo es una joya de la Edad Media que te transportará al siglo XIII. Su arquitectura medieval y sus exquisitos jardines ofrecen una combinación única de historia y naturaleza. Además de sus edificios, entre los que se encuentra una torre de vigilancia que ha resistido el paso del tiempo y una antigua iglesia, Villa Rufolo se ha convertido en un centro cultural contemporáneo. Durante los meses de verano, sus jardines se llenan de música durante el afamado Festival de Música de Ravello, un evento que reúne a artistas de renombre mundial en un escenario inigualable.
"La vista desde la terraza de Villa Rufolo es la más hermosa que he visto en mi vida." - Gore Vidal
Villa Cimbrone, un testimonio del siglo XI, fue renovada con amor y esmero por Lord Grimthorpe en el siglo XX. Sus jardines son una obra maestra paisajística, salpicados de estatuas, refrescantes fuentes y pérgolas sombreadas. Sin embargo, el punto culminante de cualquier visita es el "Terrazzo dell'Infinito". Desde esta terraza, las vistas del azul del mar fusionándose con el horizonte te dejarán sin aliento.
La majestuosa Catedral de Ravello, consagrada a San Pantaleón, es una parada obligatoria. Su fachada, adornada con mármol, es solo un preludio de las maravillas que esconde en su interior. Frescos centenarios, brillantes mosaicos y un pulpito de mármol del siglo XIII enriquecen su interior. Junto a la catedral, el museo adyacente es un tesoro oculto, que alberga invaluables artefactos religiosos y piezas de arte que narran la historia de la fe y la comunidad local.
Ravello no es solo un destino de monumentos y paisajes, es una experiencia viva. Pasear por sus calles empedradas es como caminar por un lienzo en movimiento. Cada rincón, desde sus escondidas plazas hasta las tiendas de artesanía local, tiene una historia que contar. Y después de explorar, qué mejor manera de relajarse que saboreando la auténtica gastronomía italiana en uno de los acogedores restaurantes o cafés del lugar.
Para los turisteros amantes de la naturaleza y el trekking, Ravello es una base ideal para descubrir la Costa Amalfitana desde una perspectiva diferente. El sendero hacia Atrani es perfecto para aquellos que buscan una caminata corta pero gratificante. Sin embargo, para los más aventureros, el "Sentiero degli Dei", o Camino de los Dioses, es una ruta que no debe pasarse por alto. Desde altitudes vertiginosas, este sendero regala vistas panorámicas del azul profundo del mar, las verdes montañas y los pintorescos pueblos esparcidos por la costa.
Para llegar a Ravello, que se halla a unos 60 km al sur de Nápoles, tienes diversas opciones. Si optas por el coche, puedes seguir la autopista A3 en dirección a Salerno y tomar la salida que te conduce a la Costa Amalfitana. Continúa por la carretera costera SS163 hasta que llegues a Ravello. Cabe destacar que el estacionamiento en la zona podría ser escaso, por lo que tal vez necesites aparcar en un lugar cercano y, desde allí, caminar o tomar un autobús hasta el núcleo del pueblo.
Si prefieres el transporte público como método para descubrir qué ver en Ravello, la alternativa es tomar un tren desde Nápoles hasta Salerno. A continuación, puedes coger un autobús SITA con destino a Amalfi, donde existen conexiones de autobús a Ravello. En los meses de verano, también hay servicios de ferry que parten de Nápoles y Salerno y llegan hasta Amalfi; desde allí, podrás tomar un autobús para finalizar tu viaje a Ravello.
Ravello ofrece una variedad de opciones de alojamiento para adaptarse a diferentes presupuestos y preferencias. Desde hoteles de lujo con vistas panorámicas hasta acogedoras casas de huéspedes y apartamentos de alquiler, encontrarás el lugar perfecto para descansar después de un día explorando la encantadora Ravello. Algunos hoteles populares en Ravello incluyen:
Sí, Ravello es conocida por sus impresionantes vistas al mar, sus lujosos jardines y su arquitectura encantadora. Es un lugar perfecto para los amantes de la música, la historia y la naturaleza.
Ravello es famosa por sus villas históricas, como Villa Rufolo y Villa Cimbrone, que cuentan con hermosos jardines con vistas panorámicas. Además, el Festival de Ravello, un evento musical de renombre, atrae a visitantes de todo el mundo.
Un día suele ser suficiente para explorar Ravello, visitar las principales villas y jardines, y disfrutar de las vistas. Si quieres una experiencia más relajada y disfrutar de más actividades culturales, considera pasar una noche.
Esto depende de tus intereses. Ravello es famosa por su tranquilidad, jardines y vistas panorámicas, mientras que Sorrento es una ciudad más grande con más opciones de tiendas, restaurantes y vida nocturna. Ambas ofrecen experiencias únicas y encantadoras.
Hay varios senderos que conectan Ravello con Amalfi. Uno de los más conocidos es la ruta que baja por las escaleras y senderos a través de los limonares y olivares. La caminata puede llevar entre una hora y media a dos horas, dependiendo de tu ritmo. Asegúrate de llevar calzado cómodo, agua y protección solar. Puedes encontrar mapas y señalización en la ruta, pero también puede ser útil hablar con los lugareños o en tu alojamiento para obtener direcciones detalladas.