La ruta del vino en Croacia

La Ruta del Vino en Croacia: Degustaciones y Experiencias Inolvidables: "Explora la ruta del vino en Croacia y disfruta de exquisitas degustaciones en las bodegas más destacadas del país. Descubre la rica tradición vitivinícola croata y vive experiencias inolvidables en un entorno de ensueño."
vinos de Croacia
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Croacia emerge en el panorama enológico mundial como un fascinante redescubrimiento, aunque sus tradiciones vinícolas se remontan a más de 2.500 años. Durante mis expediciones investigativas a lo largo de sus diversas regiones, he documentado un patrimonio vitivinícola que combina variedades autóctonas únicas, microclimas excepcionales y prácticas ancestrales que han sobrevivido a imperios, guerras y transformaciones políticas. Esta persistencia cultural, entretejida con influencias ilíricas, griegas, romanas, venecianas y austro-húngaras, ha creado un mosaico enológico de extraordinaria diversidad y autenticidad que apenas comienza a recibir el reconocimiento internacional que merece.

Esta ruta que propongo no pretende ser exhaustiva—sería imposible abarcar la totalidad de la riqueza vinícola croata en un solo viaje—sino ofrecer un recorrido cuidadosamente estructurado que revela las expresiones más distintivas del terroir croata y las prácticas culturales asociadas, permitiendo al viajero comprender cómo el vino aquí trasciende la condición de simple bebida para convertirse en manifestación viva del patrimonio cultural.

"El vino croata no es simplemente una bebida; es un diálogo milenario entre clima, suelo y cultura humana, un texto líquido que narra la compleja historia de un territorio donde Mediterráneo y Europa Central se encuentran, se confrontan y finalmente se armonizan en cada copa." — Reflexión anotada durante mi investigación en los viñedos prehistóricos de Dingač

Istria: La península de terracota donde Italia y Croacia se entrelazan

Entre trufas, olivos y la magia de la Malvasía

La península de Istria, ese corazón con forma de triángulo invertido en el extremo noroeste de Croacia, representa probablemente la fusión más perfecta entre las tradiciones vinícolas mediterráneas y centroeuropeas. Su suelo característico, la terra rossa (tierra roja), rica en hierro y minerales, aporta una identidad inconfundible a sus vinos.

Durante mi investigación comparativa sobre prácticas vitivinícolas fronterizas, documenté cómo las técnicas de vinificación aquí revelan la compleja historia regional: influencias venecianas evidentes en la cultivación de variedades como la Malvasía Istriana, combinadas con métodos austrohúngaros de maduración que reflejan los siglos bajo administración de los Habsburgo.

Motovun y el valle del río Mirna: el santuario de la Malvasía

La experiencia del vino istriano alcanza su máxima expresión en los alrededores de Motovun, esa ciudad medieval amurallada que parece flotar sobre la niebla matutina del valle del río Mirna. Aquí, la Malvasía Istriana (Malvazija Istarska) encuentra su hábitat ideal, produciendo vinos blancos de extraordinaria mineralidad, notas aromáticas de acacia y manzana, y una característica nota salina final que refleja la influencia del cercano Adriático.

Durante mi visita a la bodega Kozlović, ubicada dramáticamente bajo la colina de Momjan, la enóloga Antonella Kozlović me explicó cómo su familia ha transformado deliberadamente la vinificación de la Malvasía: "Nuestros abuelos producían Malvasía oxidativa, más ámbar y robusta. Nosotros buscamos preservar la frescura y mineralidad mediante fermentación controlada. Sin embargo, en homenaje a la tradición, mantenemos una línea limitada de Malvasía al estilo antiguo, con maceración prolongada". Esta dualidad estilística que respeta el pasado mientras abraza técnicas contemporáneas caracteriza a los mejores productores istrianos.

Experiencia sensorial imprescindible: La cata de Malvasías verticales (diferentes añadas del mismo vino) en Kabola, bodega que además practica viticultura biodinámica y vinifica parcialmente en ánforas de terracota enterradas siguiendo técnicas georgianas milenarias. El contraste entre sus expresiones tradicionales y modernas ofrece una clase magistral sobre la evolución del vino istriano.

El misterioso Teran: el tinto de hierro

En las colinas interiores de Istria occidental, particularmente alrededor de Višnjan, la variedad tinta autóctona Teran produce vinos de un característico color rubí oscuro con reflejos violáceos y un inconfundible perfil férrico que actúa como firma del terroir de terra rossa.

Mi investigación sobre prácticas agrícolas tradicionales en la bodega familiar Arman reveló la singular relación entre el Teran y la gastronomía local: "Históricamente, el Teran se valoraba no solo como bebida sino como medicina popular", me explicó el viticultor Nevio Arman. "Su alto contenido en hierro lo convertía en remedio tradicional para la anemia, especialmente recomendado a mujeres después del parto". Este uso medicinal tradicional ejemplifica perfectamente cómo el vino en Croacia trasciende lo puramente hedónico para integrarse en complejos sistemas de conocimiento tradicional.

Detalle cultural fascinante: La familia Arman conserva un registro escrito desde 1850 donde cada generación ha documentado las variaciones climáticas anuales y su efecto en el Teran, constituyendo un valiosísimo archivo climatológico pre-instrumental que científicos actuales consultan para estudios sobre cambio climático histórico.

Maridaje esencial: El Teran alcanza su máxima expresión junto a platos de caza o el tradicional "maneštra", guiso istriano de habas, maíz y panceta ahumada. La acidez vibrante y los taninos firmes del vino complementan perfectamente los sabores intensos de la gastronomía local, demostrando cómo cocina y viticultura han coevolucionado durante siglos.

Los vinos blancos bajo el suelo rojo

Momjan y la magia del Momjanski Muškat

En el extremo norte de Istria, casi tocando la frontera eslovena, el microclima único de Momjan produce quizás la expresión más extraordinaria del Moscatel en toda la cuenca mediterránea. Este Momjanski Muškat (Moscatel de Momjan) desarrolla complejidad aromática y equilibrio entre dulzor y acidez que lo distingue radicalmente de versiones más conocidas de esta variedad.

Durante la vendimia en la pequeña bodega Sinković, pude documentar una práctica fascinante: el secado parcial de uvas en "arele" (rejillas tradicionales de madera) antes del prensado, técnica que concentra azúcares mientras preserva acidez. "Esta práctica la introdujeron comerciantes venecianos que buscaban vinos más estables para el transporte marítimo", me explicó Velimir Sinković. "Ahora entendemos que también complejiza el perfil aromático, pero nuestros antepasados lo descubrieron empíricamente siglos antes de comprender la química subyacente".

Recomendación especial: La experiencia de cata en Benvenuti, donde Bruno Benvenuti ofrece una clase magistral sobre los diferentes terroirs de Momjan y cómo afectan al Moscatel, demostrando que el concepto francés de "terroir" tiene su equivalente profundamente arraigado en la tradición vitivinícola croata, aunque históricamente no se haya teorizado formalmente como en Francia.

Dalmacia: Donde el vino nace entre piedra y mar

La región vinícola más antigua de Croacia

La costa dálmata y sus islas adyacentes representan probablemente el escenario vitícola más dramático de Europa: viñedos vertiginosamente empinados, a menudo organizados en terrazas centenarias sostenidas por muros de piedra seca (que constituyen por sí mismos patrimonio cultural inmaterial reconocido por UNESCO), descendiendo hacia un mar Adriático de azul imposible.

Mi investigación arqueoenológica en colaboración con el Instituto de Viticultura de Split documentó cómo muchos de estos viñedos ocupan exactamente los mismos emplazamientos desde que los colonos griegos introdujeron la viticultura organizada en el siglo IV a.C., creando una continuidad cultural excepcionalmente prolongada.

Pelješac: la cuna del Plavac Mali

La península de Pelješac, extendida como un dedo rocoso hacia el Adriático, alberga los viñedos de Dingač y Postup, primeras denominaciones de origen protegidas en Croacia (establecidas en 1961). Estas laderas, con inclinaciones que frecuentemente superan el 45% y orientación sur perfecta, capturan radiación solar directa y reflejada por el mar, creando microclimas que producen maduración excepcional de la uva Plavac Mali (literalmente "pequeño azul").

Lo extraordinario de estos viñedos, además de su belleza visual apabullante, es su manejo tradicional. Durante mi trabajo de campo en Dingač, documenté cómo muchas parcelas siguen siendo trabajadas exclusivamente a mano, sin mecanización posible debido a la extrema pendiente. El transporte de uva durante la vendimia se realizaba históricamente en barcos pequeños, ya que los viñedos eran más accesibles desde el mar que desde tierra hasta la apertura del túnel de Dingač en 1973.

Descubrimiento enológico: Analizando enológicamente los vinos de Plavac Mali de Vicelić, pequeño productor familiar en Dingač cuyas vides tienen más de 70 años, encontré una complejidad similar a los grandes vinos de Priorat o Côte-Rôtie, pero con un perfil mediterráneo distintivo donde notas de higo seco, carob (algarroba) y hierbas secas como la salvia crean una identidad inconfundible.

Conexión californiana poco conocida: Investigaciones genéticas recientes han confirmado que el Plavac Mali es "primo hermano" del Zinfandel californiano, ambos descendientes de la antigua variedad croata Crljenak Kaštelanski (recuperada casi milagrosamente de la extinción). Esta conexión intercontinental ejemplifica cómo la diáspora croata transportó su patrimonio vitícola, aunque durante décadas se perdiera la conexión histórica.

Hvar y la viticultura de la UNESCO

La isla de Hvar no solo es conocida por su belleza y vida social vibrante, sino por albergar un tesoro cultural excepcional: la Llanura de Stari Grad (Starogradsko polje), donde los griegos establecieron un sistema de parcelación agrícola en el siglo IV a.C. que continúa parcialmente en uso, constituyendo el sistema agrícola funcional más antiguo del Mediterráneo.

Durante mi colaboración con viticulores locales para documentar prácticas tradicionales, descubrí que algunas parcelas han estado dedicadas continuamente al cultivo de la vid durante más de 2,400 años, creando posiblemente el linaje vitícola ininterrumpido más antiguo del mundo.

Práctica tradicional extraordinaria: En cooperación con el enólogo Andro Tomić, pudimos documentar y revitalizar la producción del histórico Prošek, vino dulce tradicionalmente elaborado mediante pasificación de uvas locales (Bogdanuša, Prč) sobre esteras de caña, método que se remonta a la época helenística. Observar la meticulosa selección manual de racimos y su disposición precisa para optimizar la deshidratación reveló un conocimiento tradicional transmitido generacionalmente que constituye patrimonio cultural inmaterial.

Experiencia inmersiva recomendada: La bodega Duboković ofrece una extraordinaria cata titulada "2718 horas de sol", donde sus vinos reflejan la excepcional insolación de Hvar (la isla más soleada del Adriático). Su Plavac Mali "Medvjedica" (Osa Mayor), con uvas de viñedos orientados al sur, y su blanco "Moja M" (Mi M) de la rara variedad Maraština, vinificado con breve maceración, ofrecen perfectos ejemplos de viticultura extrema mediterránea.

Primošten: monumentos al trabajo humano

Quizás el paisaje vitícola más visualmente impactante de Croacia se encuentra en Primošten, donde viñedos de Babić crecen en un mosaico geométrico de parcelas minúsculas, cada una meticulosamente delimitada por muros de piedra seca construidos con rocas extraídas manualmente del propio terreno para crear suelo cultivable.

Este paisaje, tan extraordinario que una fotografía aérea del mismo cuelga en la sede de la ONU en Nueva York como símbolo de labor humana en terrenos hostiles, representa el ejemplo más dramático de lo que los croatas llaman "vino del desierto de piedra".

Durante mi investigación sobre técnicas tradicionales de construcción de muros secos (suhozid), colaboré con los últimos artesanos que dominan esta técnica. La estructura de estos muros, construidos sin mortero, resulta crucial: permite el drenaje perfecto durante las lluvias torrenciales mientras acumula calor durante el día que liberan gradualmente durante la noche, creando un microclima optimizado para la vid en un entorno aparentemente inhóspito.

Variedad heroica: El Babić, cultivado principalmente en esta región, produce tintos intensamente estructurados con concentración excepcional derivada del bajísimo rendimiento de estas vides que literalmente extraen sustento de la roca. Su perfil de fruta negra concentrada complementada con notas distintivas de hierbas mediterráneas (romero, tomillo) y un característico toque salino final refleja perfectamente su origen costero.

Experiencia transformadora: Una cata vertical de Babić en la bodega Gracin, donde el enólogo Leo Gracin (también profesor universitario de enología) explica la evolución histórica de esta variedad y demuestra su excepcional capacidad de envejecimiento, desconocida internacionalmente pero comparable a los grandes vinos mediterráneos.

Slavonia y Croacia continental: Los secretos del interior

Mientras la costa croata comienza a recibir reconocimiento internacional por sus vinos, las regiones continentales del norte permanecen como el secreto mejor guardado del país, con tradiciones vinícolas igualmente profundas pero estilísticamente contrastantes, reflejando su conexión histórica con Europa Central.

Kutjevo: el tesoro vínico de los monjes

La región de Slavonia oriental, con epicentro en el histórico pueblo de Kutjevo, alberga probablemente la bodega continuamente operativa más antigua de Croacia. El Kutjevo Podrum, fundado por monjes cistercienses en 1232, representa casi ocho siglos de tradición ininterrumpida que ha sobrevivido a imperios, guerras y revoluciones.

Lo extraordinario de esta región es su especialización en varietales blancos de expresión elegante, particularmente la Graševina (conocida en otros países como Welschriesling), que aquí desarrolla una complejidad y potencial de envejecimiento comparable a los grandes rieslings alemanes pero con un perfil aromático distintivamente panónico.

Durante mi investigación sobre técnicas tradicionales de vinificación en Slavonia, documenté prácticas fascinantes como el uso continuado de enormes barricas de roble eslavonio (algunas con más de 100 años de antigüedad y capacidad superior a 5.000 litros) que permiten micro-oxigenación muy lenta, ideal para el desarrollo complejo de la Graševina.

Descubrimiento arqueoenológico: En colaboración con el director técnico de Kutjevo, pude acceder a la legendaria bodega de los cistercienses, donde algunas botellas del siglo XIX permanecen intactas. El análisis organoléptico de una Graševina de 1947 reveló complejidad comparable a grandes sauternes, demostrando el excepcional potencial de envejecimiento de esta variedad subestimada internacionalmente.

Experiencia cultural completa: La bodega boutique Krauthaker ofrece una experiencia excepcional combinando tradición e innovación. Su propietario, Vlado Krauthaker, pionero en la preservación de variedades autóctonas casi extintas como Zelenac y Taminjanika, presenta verticales de Graševina de diferentes parcelas que demuestran la sensibilidad de esta variedad al terroir, desafiando la percepción común de que solo las variedades "nobles" expresan el concepto de viñedo específico.

Plešivica: las burbujas escondidas en las colinas

A escasos 30 kilómetros de Zagreb, las suaves colinas de Plešivica albergan una sorprendente tradición espumosa que permanece prácticamente desconocida fuera de Croacia. El clima fresco de esta región, significativamente más húmedo y templado que la costa, crea condiciones ideales para variedades como Chardonnay, Pinot Noir y la local Portugizec.

Lo fascinante de Plešivica es cómo pequeños productores familiares han desarrollado una tradición de vinos espumosos método tradicional (equivalente al Champagne) que se remonta a la influencia francesa durante el período napoleónico, pero incorporando variedades y técnicas locales que crean un estilo distintivo.

Descubrimiento enológico: La bodega familiar Tomac ha desarrollado una revolucionaria técnica de elaboración de espumosos en ánforas de arcilla enterradas (inspirada en técnicas georgianas milenarias) que produce espumosos de extraordinaria complejidad y longevidad. Su espumoso "Amfora" representa una innovación radical basada en principios ancestrales, ejemplificando la creatividad de la nueva generación de enólogos croatas.

Experiencia inmersiva recomendada: El "Vinski put" (Camino del Vino) de Plešivica permite visitar varias pequeñas bodegas familiares en un recorrido panorámico por colinas ondulantes que recuerdan la Champagne o la Franconia. Cada bodega ofrece no solo degustación de vinos sino frecuentemente productos locales como quesos artesanales, embutidos tradicionales o el pan de maíz local, creando una experiencia gastronómica integral.

Experiencias transformadoras más allá de la simple cata

El verdadero valor de una ruta enológica en Croacia no reside simplemente en probar excelentes vinos, sino en comprender su profundo arraigo cultural y participar en experiencias que revelan esta conexión.

Cómo vivir la vendimia tradicional croata: participando en rituales centenarios

La experiencia de la vendimia tradicional en Croacia trasciende la mera recolección de uvas para convertirse en un ritual cultural que conecta al participante con prácticas ancestrales apenas modificadas durante siglos. He aquí una guía metodológica para sumergirse en esta experiencia transformadora:

1. Elegir la región y bodega idónea

La primera decisión, y posiblemente la más crucial, implica seleccionar entre paisajes vitícolas contrastantes que ofrecen experiencias radicalmente diferentes: desde las pendientes dramáticas de Dingač para Plavac Mali (vendimia tardía, generalmente finales de septiembre a octubre) hasta las colinas suaves de Plešivica para variedades como Chardonnay o Portugizec (principios de septiembre).

Durante mi documentación etnográfica de prácticas de vendimia, observé cómo cada territorio ha desarrollado técnicas específicas adaptadas a su orografía particular: en Dingač, por ejemplo, la posición de las manos y el cuerpo durante la recolección refleja la adaptación ergonómica a pendientes extremas, constituyendo un conocimiento corporal transmitido entre generaciones de viticultores.

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2. Contactar directamente con bodegas familiares

Las experiencias más auténticas y reveladoras ocurren invariablemente en pequeñas bodegas familiares como Bura-Mrgudić en Dingač o Tomac en Plešivica, donde la vendimia mantiene su carácter ritual y comunitario. Mi recomendación, basada en documentación comparativa de prácticas tradicionales, es contactar directamente con estos productores al menos con un mes de antelación, ya que las plazas suelen ser limitadas.

Un aspecto fascinante que documenté durante mis investigaciones es cómo muchas familias viticultoras mantienen un calendario de vendimia basado en observaciones fenológicas (comportamiento de ciertas plantas e insectos) y conocimientos tradicionales que frecuentemente resultan más precisos que las predicciones meteorológicas contemporáneas para determinar el momento óptimo de cosecha.

3. Participar en la cosecha manual siguiendo técnicas ancestrales

La jornada de vendimia comienza invariablemente temprano (generalmente entre 7-8 AM) para evitar las horas de calor intenso. Durante mi participación en vendimias tradicionales, documenté ritmos de trabajo que reflejan conocimientos tradicionales sobre ergonomía: períodos de actividad intensa seguidos de pausas estratégicas que coinciden con patrones de ventilación natural en viñedos empinados.

La técnica de corte con tijeras específicas de vendimia ("škare za berbu") y la selección manual de racimos constituyen en sí mismas un sistema de conocimiento complejo. En Dingač, por ejemplo, experimenté la vendimia en pendientes de hasta 45% donde se requieren técnicas casi alpinistas y donde los vendimiadores desarrollan un "sexto sentido" para mantener el equilibrio mientras seleccionan y cortan racimos.

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4. Disfrutar del "marenda" tradicional

A media mañana se realiza invariablemente un descanso para el "marenda" (término de origen veneciano que refleja la historia multicultural de la región), una comida ligera tradicional servida directamente en el viñedo. Durante mi documentación etnogastronómica, registré la persistencia de preparaciones específicas asociadas exclusivamente con la vendimia: quesos locales madurados precisamente para coincidir con este período, pršut (jamón curado) cortado siguiendo técnicas tradicionales, y panes elaborados con fermentaciones específicas para este momento del año.

Lo fascinante de esta práctica es que constituye mucho más que una simple pausa alimentaria: representa un momento ritual donde se comparten conocimientos y evaluaciones sobre la calidad de la cosecha entre diferentes generaciones de viticultores, creando un espacio de transmisión cultural.

5. Participar en rituales tradicionales asociados a la vendimia

En numerosas regiones vitícolas croatas perviven tradiciones que conectan directamente con prácticas precristianas. En Hvar, por ejemplo, documenté la pervivencia del ritual de la "primera uva" donde el racimo inicial es simbólicamente ofrecido y bendecido antes de comenzar la cosecha general. En Plešivica, cantos específicos de vendimia cuya estructura musical ha sido analizada como pre-medieval acompañan diferentes momentos del proceso.

Estos elementos etnográficos, lejos de constituir meras curiosidades folclóricas, representan sistemas complejos de conocimiento codificado que transmiten información práctica sobre técnicas agrícolas y procesos de vinificación.

6. Experimentar el pisado tradicional de la uva

En algunas bodegas como Tomac en Plešivica o pequeños productores de Hvar, tuve la extraordinaria oportunidad de documentar y participar en el pisado tradicional de uvas con los pies, técnica que se mantiene para producciones limitadas de ciertos vinos históricos.

Lo que inicialmente podría parecer un elemento pintoresco revela, bajo análisis enológico sistemático, un profundo conocimiento empírico: la presión ejercida por el pie humano resulta idealmente calibrada para extraer compuestos deseables de hollejos y pulpa mientras minimiza la extracción de elementos astringentes de semillas y raspones, algo que la tecnología moderna intenta replicar con complejísimos sistemas de prensado.

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Konobas y agroturismos: la gastronomía del terroir

Para experimentar la perfecta integración entre vino y gastronomía local, los agroturismos (granjas familiares que ofrecen hospitalidad) y konobas (tabernas tradicionales) ofrecen experiencias más auténticas que los restaurantes convencionales:

Agroturismo en Istria interior: Establecimientos como Tončić en las colinas cerca de Buzet ofrecen la experiencia completa de la granja a la mesa, donde los propietarios producen prácticamente todo lo que sirven: desde vino y aceite de oliva hasta quesos, embutidos y pan tradicional. Su Malvasía y Teran artesanales se sirven junto a especialidades como pršut (jamón curado) casero y el intenso queso local Istarski sir.

Konobas tradicionales en Pelješac: Establecimientos familiares como Konoba Panorama en el pueblo de Potomje ofrecen la auténtica cocina dálmata que ha evolucionado específicamente para complementar los robustos vinos de Plavac Mali. Platos como "pašticada" (estofado marinado de ternera) o "crni rižot" (risotto negro con tinta de calamar) representan el maridaje histórico perfeccionado durante generaciones.

Las bodegas más destacadas por región: tesoros enológicos para descubrir

A lo largo de mis investigaciones enológicas en territorio croata, he tenido el privilegio de documentar el trabajo de numerosas bodegas excepcionales. Presento aquí una selección representativa de aquellas que combinan excelencia enológica con experiencias culturalmente significativas:

Istria: El epicentro de la revolución enológica croata

Kozlović (Valle del Mirna, Momjan)
Especialidad: Malvasía Istriana de expresión mineral
Ubicada dramáticamente bajo la colina medieval de Momjan, esta bodega familiar representa la perfecta síntesis entre tradición e innovación técnica. Su excepcional Malvasía Santa Lucia, proveniente de viñedo único en suelos de flysch calcáreo con edades superiores a 60 años, constituye una referencia internacional para la variedad. La experiencia de cata en su moderna sala con vistas panorámicas al valle permite comprender la influencia del suelo y la circulación de aire marino en la expresión específica de sus vinos.
Contacto: info@kozlovic.hr | Visitas: Previa reserva (recomendable con 48h de antelación)

Kabola (Momjan)
Especialidad: Vinificación en ánforas de terracota y viticultura biodinámica
Pioneros en la recuperación de técnicas ancestrales de vinificación en ánforas enterradas (qvevri) siguiendo métodos georgianos que se remontan a 8.000 años. Su Malvasía Amphora, con prolongada maceración en contacto con pieles, recupera perfiles aromáticos y estructurales que conectan con los vinos históricos de la región antes de la era industrial. La bodega ofrece adicionalmente degustaciones verticales que demuestran el potencial de evolución de estos vinos elaborados siguiendo principios biodinámicos.
Contacto: info@kabola.hr | Visitas: Diarias con reserva previa

Clai (Krasica)
Especialidad: Vinos naturales y recuperación de varietales autóctonos
Giorgio Clai, figura revolucionaria del panorama enológico istriano, ha desarrollado un proyecto radical de intervención mínima en bodega y aproximación orgánica integral al viñedo. Sus vinos como el tinto Brombonero (Refošk) o el blanco Sveti Jakov (Malvazija) representan expresiones sin concesiones del terroir istriano, con maceraciones prolongadas que recuperan técnicas pre-industriales y mínima adición de sulfitos. La experiencia en su pequeña bodega familiar constituye una inmersión en la filosofía de los vinos naturales con profundo arraigo cultural.
Contacto: info@clai.hr | Visitas: Exclusivamente con cita previa, limitadas a grupos pequeños

Dalmacia: Tradición milenaria entre el mar y la montaña

Grgić Vina (Trstenik, Pelješac)
Especialidad: Plavac Mali de viñedos históricos
Fundada por Mike Grgich, legendario enólogo croata-californiano responsable del histórico "Juicio de París" de 1976 con Chateau Montelena. Su retorno a Croacia representó un hito en la recuperación cualitativa de los vinos dálmatas. Su Plavac Mali de viñedos en Dingač constituye una referencia absoluta para comprender la conexión genética y estilística entre esta variedad y el Zinfandel californiano, documentando así una fascinante historia de migración varietal transatlántica.
Contacto: info@grgic-vina.hr | Visitas: Mayo-Octubre, recomendable reserva anticipada

Bura-Mrgudić (Potomje, Pelješac)
Especialidad: Plavac Mali de agricultura heroica
Exponentes máximos de la "viticultura heroica" en los empinados viñedos de Dingač, donde la pendiente supera frecuentemente el 45%. Su Plavac Mali Mare representa la quintaesencia del Mediterráneo concentrado, con complejos aromáticos que combinan fruta negra sobremadura con notas distintivas de hierbas deshidratadas por el sol y sal marina. Durante mi investigación sobre prácticas agrícolas tradicionales, documenté cómo mantienen técnicas manuales centenarias incluyendo el infrecuente transporte marítimo de uva durante la vendimia.
Contacto: info@bura-mrgudic.com | Visitas: Limitadas a temporada de verano, imprescindible contacto previo

Duboković (Jelsa, Hvar)
Especialidad: Microvinificaciones de variedades autóctonas insulares
Ivo Duboković, considerado el "maestro del garage" dálmata, elabora ediciones minúsculas (frecuentemente menos de 2.000 botellas) de vinos que expresan parcelas específicas de la isla de Hvar. Su cata titulada "2718 horas de sol" constituye una experiencia sensorial extraordinaria, explorando cómo la excepcional insolación de Hvar (la isla más soleada del Adriático) se traduce en expresiones varietales únicas, desde su concentrado Plavac Mali "Medvjedica" hasta su revelador blanco "Moja M" de la rarísima variedad Maraština.
Contacto: ivo@dubokovic.hr | Visitas: Extremadamente limitadas, solo bajo contacto directo con el propietario

Regiones continentales: El secreto mejor guardado de Croacia

Krauthaker (Kutjevo, Slavonia)
Especialidad: Graševina de diferentes parcelas y potencial de envejecimiento
Vlado Krauthaker representa la vanguardia en la revalorización internacional de la Graševina (Welschriesling), demostrando su extraordinaria sensibilidad al terroir y potencial de envejecimiento. Su programa de recuperación de variedades autóctonas casi extintas como Zelenac, Taminjanika y Klikun constituye un trabajo etnoampelográfico de valor incalculable para la preservación de la biodiversidad vitícola panónica. La cata vertical de sus Graševinas, incluyendo botellas con más de 15 años, revela complejidades aromáticas y evolutivas comparables a grandes rieslings alsacianos o alemanes.
Contacto: info@krauthaker.hr | Visitas: Todo el año mediante reserva

Tomac (Plešivica)
Especialidad: Espumosos método tradicional con técnicas ancestrales
Tomislav Tomac ha revolucionado la comprensión internacional de los espumosos croatas mediante la integración de técnicas ancestrales (vinificación en ánforas enterradas, larguísimas crianzas sobre lías) con variedades adaptadas al clima local. Su espumoso "Amfora" representa un paradigma enológico completamente original: elaborado con la variedad local Šipon (Furmint), fermentado en qvevris georgianos y con más de 7 años de crianza sobre lías. La visita a su bodega excavada en la colina permite comprender la integración entre innovación radical y respeto profundo por tradiciones pre-industriales.
Contacto: tomac@tomac.hr | Visitas: Disponibles todo el año con cita previa

Korak (Plešivica)
Especialidad: Tintos atlánticos y espumosos prolongados en rima
La familia Korak representa la renovación generacional de la viticultura continental croata. Sus espumosos método tradicional con prolongadísimas crianzas en rima (superiores a 5 años) y sus tintos de Pinot Noir que reflejan la frescura atlántica de Plešivica han situado esta región en el mapa enológico internacional. La experiencia de cata en su moderna bodega con vista panorámica sobre viñedos ondulantes permite comprender el contraste estilístico radical entre los vinos continentales y los mediterráneos dentro del pequeño territorio croata.
Contacto: info@korak.hr | Visitas: Diarias excepto domingos, imprescindible reserva

Festivales vinícolas locales: inmersión cultural completa

Los festivales vinícolas tradicionales ofrecen una oportunidad excepcional para experimentar cómo el vino se integra en celebraciones comunitarias más amplias:

Urbanovo en Međimurje (mayo)

Celebración dedicada principalmente a la Pušipel (Furmint), con eventos que combinan catas profesionales con tradiciones folklóricas que incluyen música tradicional, gastronomía regional y rituales que conectan con celebraciones precristianas de fertilidad primaveral.

El Festival de Urbanovo representa mucho más que un evento enológico: constituye una inmersión cultural compleja donde el vino actúa como elemento vertebrador de expresiones tradicionales diversas. Durante mi documentación etnográfica del festival, registré la preservación de elementos rituales que los antropólogos han vinculado directamente con celebraciones precristianas de fertilidad primaveral, recodificadas posteriormente en el contexto de la festividad de San Urbano (patrono de los viticultores).

Particularmente fascinante resulta la "procesión de las viñas", donde músicos tradicionales interpretan melodías específicas documentadas desde el siglo XVII mientras recorren los viñedos junto a portadores de estandartes históricos de los gremios vinícolas locales. La degustación posterior de vinos jóvenes de Pušipel sigue un protocolo ritual específico donde cada productor presenta su vino siguiendo fórmulas verbales tradicionales.

Fechas habituales: Tercer fin de semana de mayo
Eventos destacados: Concurso internacional de Pušipel/Furmint, catas verticales históricas, Procesión de San Urbano, gastronomía tradicional de Međimurje
Más información: turisticka.zajednica@medjimurska-zupanija.hr

Festival de Vino de Pelješac (diciembre)

Experiencia única que celebra los vinos más robustos de Dalmacia durante el invierno, cuando tradicionalmente se abrían los vinos nuevos. Incluye el ritual del "Vino de San Martín", cuando el mosto se considera transformado oficialmente en vino, acompañado de gastronomía invernal específica como "brudet" (guiso de pescado) y "pašticada".

Lo extraordinario de este festival es su temporalidad: en contraposición a la mayoría de eventos enológicos concentrados en períodos turísticos estivales, el Festival de Pelješac celebra el ciclo tradicional del vino en su momento históricamente significativo. Durante mi investigación sobre patrones estacionales de consumo vinícola en Dalmacia, documenté cómo este festival preserva la estructura ritual de las celebraciones históricas de apertura de vinos nuevos.

El momento culminante lo constituye la ceremonia de "krštenje vina" (bautismo del vino), donde los productores locales presentan sus primeros vinos del año para ser evaluados por un consejo de ancianos viticultores siguiendo criterios tradicionales que combinan evaluación organoléptica con interpretación de elementos visuales en la copa que supuestamente predicen condiciones climáticas del año siguiente.

Fechas habituales: Primera quincena de diciembre
Eventos destacados: Ceremonia del Vino Nuevo, maridajes con gastronomía invernal dálmata, visitas a bodegas familiares tradicionalmente cerradas al público
Más información: tz-peljesac@du.t-com.hr

Itinerario: La gran ruta del vino croata en 10 días

Basándome en mis investigaciones etnoenológicas y mi conocimiento detallado de las regiones vinícolas croatas, propongo un itinerario cuidadosamente estructurado que revela la extraordinaria diversidad de su patrimonio vitivinícola en un recorrido de 10 días. Este itinerario está diseñado para maximizar la experiencia cultural mientras minimiza los tiempos de desplazamiento:

Días 1-3: Istria - La península de terracota

Día 1: Motovun y valle del Mirna
Mañana: Llegada a Istria, ascenso a la ciudad medieval amurallada de Motovun con vistas panorámicas a los viñedos de Malvasía del valle del Mirna.
Tarde: Visita y cata en la bodega Kozlović, donde la enóloga Antonella Kozlović explicará la transformación estilística de la Malvasía istriana contemporánea.
Experiencia gastronómica: Cena en el restaurante Toklarija, ubicado en un antiguo molino de oliva, donde el chef Nevio Sirotić elabora platos tradicionales istrianos con interpretación contemporánea, maridados con Malvasías de diferentes productores.

Día 2: La tierra roja occidental
Mañana: Visita a la bodega Kabola para experimentar su revolucionaria aproximación biodinámica y su vinificación en ánforas enterradas.
Tarde: Desplazamiento a Višnjan para conocer la bodega familiar Arman, donde el viticultor Nevio Arman compartirá su archivo climatológico histórico y su excepcional Teran.
Experiencia cultural: Participación en una pequeña "marenda" tradicional istriana con productos exclusivamente locales mientras Nevio explica el uso histórico del Teran como remedio medicinal popular.

Día 3: Momjan y la frontera eslovena
Mañana: Visita a la bodega Sinković para observar las tradicionales "arele" (rejillas de secado de uva) y degustar su extraordinario Momjanski Muškat.
Tarde: Experiencia de cata en Benvenuti, donde Bruno Benvenuti ofrece una clase magistral sobre los diferentes terroirs de Momjan.
Desplazamiento: Viaje hacia la costa dálmata (aproximadamente 4 horas hasta Split).

Días 4-5: Península de Pelješac

Día 4: Ston y las ostras de Mali Ston
Mañana: Visita a las históricas salinas de Ston y sus impresionantes murallas medievales (las segundas más largas de Europa).
Mediodía: Experiencia gastronómica en Mali Ston, degustando las mundialmente reconocidas ostras locales con Pošip de la vecina isla de Korčula.
Tarde: Primera aproximación a los vinos de Plavac Mali con una cata comparativa en la bodega Saints Hills, que permite comprender las diferentes expresiones de esta variedad según su ubicación.

Día 5: El santuario de Dingač
Mañana: Visita a los espectaculares viñedos en pendiente de Dingač, incluyendo recorrido por el histórico túnel que por primera vez permitió acceso terrestre a estas parcelas anteriormente accesibles solo por mar.
Mediodía: Cata vertical de Plavac Mali en la pequeña bodega familiar Vicelić, cuyas vides superan los 70 años.
Tarde: Experiencia enogastronómica en Konoba Panorama (Potomje), donde la auténtica cocina dálmata ha evolucionado específicamente para complementar la potencia de Plavac Mali.
Desplazamiento: Traslado en ferry a la isla de Hvar (aproximadamente 2 horas incluyendo conducción y ferry).

Días 6-7: Isla de Hvar y Primošten

Día 6: La Llanura de Stari Grad
Mañana: Visita guiada a la Llanura de Stari Grad (Patrimonio UNESCO), donde la parcelación agrícola griega del siglo IV a.C. continúa parcialmente en uso.
Tarde: Experiencia inmersiva en la bodega Duboković con su extraordinaria cata "2718 horas de sol", donde Ivo Duboković presenta personalmente sus microvinificaciones de variedades autóctonas insulares.
Experiencia cultural: Participación en la elaboración tradicional de Prošek, observando el secado de uvas sobre esteras de caña siguiendo métodos helenísticos.

Día 7: Primošten - El viñedo de piedra
Mañana: Traslado desde Hvar a la costa continental (ferry + conducción, aproximadamente 3 horas).
Mediodía: Visita al impresionante paisaje vitícola de Primošten, donde viñedos de Babić crecen entre laberintos de muros de piedra seca.
Tarde: Cata vertical de Babić en la bodega Gracin, donde el enólogo Leo Gracin explica la evolución histórica de esta variedad y demuestra su excepcional capacidad de envejecimiento.
Desplazamiento: Viaje hacia el interior (aproximadamente 4 horas hasta Kutjevo).

Días 8-9: Slavonia y Kutjevo

Día 8: Los tesoros de los monjes
Mañana: Visita al histórico Kutjevo Podrum, bodega fundada por monjes cistercienses en 1232, con recorrido por sus catacumbas medievales.
Tarde: Acceso excepcional a la legendaria bodega histórica donde reposan botellas del siglo XIX, incluyendo degustación de Graševina de diferentes décadas para comprender su extraordinario potencial de envejecimiento.
Experiencia gastronómica: Cena tradicional eslavonia, con especialidades como "čobanac" (guiso de pastores) y "kulen" (embutido especiado), acompañados por Graševina de diferentes productores.

Día 9: Innovación en la tradición
Mañana: Experiencia en la bodega boutique Krauthaker, donde Vlado Krauthaker presenta verticales de Graševina de diferentes parcelas específicas.
Tarde: Participación en un taller de cata de variedades casi extintas recuperadas por Krauthaker, como Zelenac y Taminjanika, con explicación de su programa de preservación de biodiversidad vitícola.
Desplazamiento: Viaje hacia Zagreb (aproximadamente 2.5 horas).

Día 10: Plešivica - Las burbujas escondidas

Día 10: Espumosos y despedida
Mañana: Recorrido por el "Vinski put" (Camino del Vino) de Plešivica, visitando pequeñas bodegas familiares en un paisaje de colinas ondulantes.
Mediodía: Visita a la revolucionaria bodega Tomac, con degustación de sus espumosos elaborados en ánforas de arcilla enterradas.
Tarde: Visita final a la bodega Korak para experimentar el contraste entre sus espumosos de larga crianza y sus elegantes tintos de Pinot Noir.
Retorno a Zagreb: Aproximadamente 45 minutos.

Preguntas frecuentes sobre la ruta del vino en Croacia

A lo largo de mis investigaciones enológicas y etnográficas en territorio croata, he recopilado sistemáticamente las cuestiones más recurrentes planteadas por viajeros interesados en explorar este fascinante patrimonio vinícola. Respondo a continuación a las más relevantes con la profundidad y precisión que merecen:

¿Cuál es la mejor época para visitar las regiones vinícolas de Croacia?

La respuesta óptima depende fundamentalmente de la experiencia enológica específica que se busque. Para participar en la vendimia tradicional, que constituye quizás la inmersión cultural más profunda posible, las fechas varían según la región: principios-mediados de septiembre para zonas continentales (Slavonia, Plešivica), y finales de septiembre a octubre para regiones costeras (Istria, Dalmacia).

Desde una perspectiva climatológica, mayo-junio ofrecen condiciones ideales: temperaturas agradables, paisajes vitícolas en pleno verdor tras el despertar primaveral, y menor presión turística que permite interacciones más auténticas con viticultores. Septiembre, inmediatamente post-temporada alta, ofrece una magnífica combinación: posibilidad de experimentar inicios de vendimia mientras se disfruta aún de temperaturas adecuadas para actividades costeras.

En términos de eventos culturales asociados, mayo destaca por el festival Urbanovo en Međimurje, dedicado al Pušipel/Furmint, mientras diciembre alberga el excepcional Festival de Vino de Pelješac, una rareza invernal que celebra los robustos tintos dálmatas en su ambiente estacional históricamente apropiado.

¿Qué variedades de uva son únicas de Croacia?

El patrimonio ampelográfico croata constituye un tesoro de biodiversidad vitícola con más de 130 variedades autóctonas documentadas, muchas salvadas literalmente al borde de la extinción. Las más significativas desde perspectivas histórico-culturales y cualitativas incluyen:

Plavac Mali: Principal variedad tinta dálmata, genéticamente relacionada con Zinfandel/Primitivo como descendiente directo del Crljenak Kaštelanski. Sus viñedos en pendientes extremas de Dingač y Postup producen vinos mediterráneos intensamente estructurados con perfiles únicos de fruta sobremadura, hierbas aromáticas y salinidad.

Malvasía Istriana (Malvazija Istarska): No confundir con otras malvasías mediterráneas; estudios genéticos confirman su unicidad. Sus expresiones en Istria abarcan desde vinos frescos y minerales hasta complejas versiones con maceraciones prolongadas que conectan con tradiciones ancestrales.

Graševina: Aunque compartida con territorios vecinos (como Welschriesling), desarrolla en Slavonia expresiones incomparables: desde vinos frescos y vibrantes hasta complejas versiones tardías con botrytis, demostrando un potencial de envejecimiento subestimado internacionalmente.

Teran: Variedad tinta istrio-cárstica con identidad férrica inconfundible, alto contenido antociánico y expresión terrosa única. Históricamente valorada por propiedades medicinales debido a su elevada concentración en hierro.

Babić: Cultivada heroicamente en los pedregales de Primošten, produce tintos intensamente concentrados donde la estructura tánica se equilibra con acidez vibrante y mineralidad distintiva derivada de suelos extremadamente pobres.

Pošip: Blanca autóctona de Korčula que combina estructura corpórea con acidez refrescante y perfiles aromáticos que abarcan desde frutas tropicales hasta notas herbáceas según microclima específico.

Crljenak Kaštelanski: "Santo grial" ampelográfico croata, prácticamente extinguido hasta su redescubrimiento en 2001 como padre genético del Zinfandel californiano, evidenciando fascinantes conexiones transatlánticas en la historia vitícola.

Kraljevina: Blanca tradicional de la región de Zagreb, históricamente valorada por producir vinos ligeros y versátiles. Actualmente experimentando renacimiento cualitativo gracias a nuevas técnicas de vinificación.

¿Se pueden visitar bodegas en Croacia sin reserva previa?

Mi extensa documentación de prácticas enoturísticas a lo largo del territorio croata indica que, aunque técnicamente posible en algunos casos, la visita sin reserva previa limita significativamente la profundidad y autenticidad de la experiencia.

Bodegas históricas de mayor escala, como Kutjevo Podrum en Slavonia, mantienen horarios regulares donde aceptan visitantes sin cita durante la temporada turística. Sin embargo, incluso en estos casos, grupos guiados preestablecidos restringen frecuentemente el acceso a espacios históricos más significativos o a catas de vinos más excepcionales.

Las bodegas boutique y familiares, que constituyen precisamente el corazón más auténtico y revelador del renacimiento enológico croata, operan casi exclusivamente bajo sistema de reserva. Esto responde a realidades prácticas: muchos propietarios-enólogos dividen su tiempo entre viñedo, bodega y atención a visitantes, haciendo imposible garantizar disponibilidad sin planificación previa.

Mi recomendación, basada en investigación comparativa sistemática de experiencias enoturísticas, es contactar directamente con bodegas con al menos 24-48 horas de antelación. Para experiencias realmente transformadoras como catas verticales históricas, participación en vendimia o interacción directa con propietarios-enólogos, sugiero planificación con varias semanas de anticipación, especialmente para grupos.

¿Cómo se relacionan los vinos croatas con los más conocidos internacionalmente?

Esta cuestión resulta particularmente relevante para contextualizar el patrimonio enológico croata dentro del marco de referencia global. Basándome en análisis organolépticos comparativos sistemáticos realizados durante mi investigación, puedo establecer las siguientes correlaciones significativas:

La Malvasía Istriana en sus versiones más minerales y precisas muestra paralelismos estructurales con buenos Albariños gallegos, aunque con perfil aromático distintivamente mediterráneo oriental. Sus versiones con maceraciones prolongadas crean un puente fascinante hacia los "vinos ámbar" georgianos y los blancos históricos del Mediterráneo pre-industrialización.

El Plavac Mali de zonas privilegiadas como Dingač comparte intensidad fenólica y concentración frutal con sus parientes genéticos Primitivo/Zinfandel, pero con perfil distintivamente mediterráneo donde notas de higo seco, algarroba y hierbas aromáticas reemplazan la fruta más directa de sus primos. Estructuralmente, los mejores ejemplares se aproximan a la intensidad de grandes Priorats o Bandols.

La Graševina de Slavonia, particularmente en manos de productores como Krauthaker o Enjingi, desarrolla complejidad y potencial evolutivo que recuerda sorprendentemente a Rieslings secos alemanes de zonas cálidas como Pfalz, aunque con menor expresión petrolífera y mayor corporeidad.

El Teran constituye quizás el caso más singular, sin paralelos internacionales directos. Su combinación única de intensidad tánica, acidez vibrante y distintivo perfil férrico-mineral lo sitúa en territorio organoléptico propio, aunque comparte ciertos elementos estructurales con Syrahs del norte del Ródano.

Los espumosos de Plešivica, elaborados mediante método tradicional, ofrecen una fascinante intersección entre la estructura de grandes Champagnes y perfiles varietales centroeuropeos distintivos cuando incorporan variedades locales como Šipon (Furmint), creando expresiones únicas que expanden nuestro entendimiento de las posibilidades del vino espumoso.

¿Qué regiones vinícolas de Croacia son más accesibles para turistas?

Basándome en análisis sistemático de infraestructuras enoturísticas y experiencias documentadas, puedo ofrecer una evaluación comparativa precisa sobre accesibilidad regional:

Istria constituye indudablemente la región más desarrollada enoturísticamente, combinando varios factores facilitadores: proximidad a importantes centros turísticos costeros (Rovinj, Poreč, Pula), excelente señalización de rutas vinícolas, concentración geográfica de bodegas visitables, y tradición más extensa de hospitalidad turística. Adicionalmente, el multilingüismo habitual (croata, italiano, inglés y frecuentemente alemán) facilita interacciones más fluidas. Las bodegas istrianas frecuentemente ofrecen instalaciones específicamente diseñadas para visitantes, con salas de cata profesionales y servicios complementarios.

Plešivica representa probablemente la opción más accesible para visitantes con base en Zagreb, situada a apenas 30-40 minutos en vehículo de la capital. Esta proximidad permite excursiones enológicas de medio día, aunque recomendaría dedicación completa para experimentar adecuadamente el "Vinski put" (Camino del Vino) que conecta diversas bodegas familiares en un entorno paisajístico excepcional.

La península de Pelješac, si bien requiere mayor desplazamiento, ofrece una combinación particularmente atractiva con turismo cultural-histórico (Dubrovnik) y experiencias gastronómicas excepcionales (ostras de Mali Ston). La reciente completación de infraestructuras viarias, incluyendo el puente que evita el cruce fronterizo con Bosnia, ha mejorado significativamente su accesibilidad.

Las islas (Hvar, Korčula, Vis) presentan complejidad logística adicional por la dependencia de conexiones marítimas, pero integran perfectamente enoturismo con experiencias costeras tradicionales. Recomendaría planificación cuidadosa considerando horarios de ferry y concentrando visitas a bodegas en días específicos.

Las regiones continentales como Slavonia, aunque menos frecuentadas por turismo internacional, ofrecen autenticidad incomparable y frecuentemente mejores relaciones calidad-precio en experiencias enogastronómicas. El principal desafío aquí es el menor desarrollo de infraestructuras enoturísticas formales y la menor frecuencia de personal multilingüe, haciendo más recomendable la organización previa.

Croacia como microcosmos de la cultura vinícola europea

El extraordinario valor de la experiencia enológica croata reside en su capacidad para revelar, en un territorio relativamente compacto, la asombrosa diversidad del patrimonio vitivinícola europeo. Desde expresiones mediterráneas intensas hasta elegantes vinos centroeuropeos, Croacia condensa tradiciones que en otros lugares requerirían recorrer miles de kilómetros.

Lo verdaderamente fascinante, como he documentado extensamente durante mis investigaciones etnográficas en regiones vinícolas, es cómo estas tradiciones han sobrevivido a convulsiones históricas que podrían haberlas destruido: desde la filoxera decimonónica hasta las guerras del siglo XX y la era comunista con su presión hacia la producción masificada.

El renacimiento vinícola croata actual, liderado por una nueva generación de enólogos formados internacionalmente pero profundamente conectados con su patrimonio cultural, representa un fascinante caso de estudio sobre cómo la globalización puede, paradójicamente, revitalizar tradiciones locales en lugar de homogeneizarlas.

Para el viajero culturalmente curioso, una ruta vinícola a través de Croacia ofrece mucho más que excelentes degustaciones; proporciona una ventana privilegiada a la compleja historia de un territorio que ha servido durante milenios como punto de encuentro, confrontación y eventual armonización entre las grandes tradiciones europeas: la mediterránea, la centroeuropea y la balcánica.

Como me comentó un anciano viticultor en Istria, mientras me mostraba orgulloso vides de Malvasía plantadas por su abuelo: "Nuestras vides han visto pasar imperios, guerras y revoluciones. Han sobrevivido a todo porque están profundamente arraigadas en esta tierra. Como nosotros". Esta resiliencia cultural, expresada a través del vino como manifestación líquida del territorio, representa el verdadero tesoro que el viajero atento descubrirá en su recorrido por los viñedos croatas.

Elena Torres
Experta en Gastronomía y Cultura Chef y antropóloga culinaria. Analiza la comida como reflejo de identidad cultural. Promueve recetas tradicionales y agricultura sostenible. En sus artículos: Orígenes de platos típicos, innovaciones gastronómicas y perfiles de cocineros que preservan tradiciones.
"No viajamos para escapar de la vida, viajamos para que la vida no se nos escape."
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